Drenaje Linfático
Los drenajes linfáticos consisten en una serie de maniobras suaves, rítmicas e indoloras, cuyo objetivo es estimular al sistema linfático (sistema encargado de eliminar las toxinas y excesos de líquidos del cuerpo).
Al realizar esta técnica ayudamos de forma natural a que los líquidos y desechos circundantes, se introduzcan a los vasos linfáticos formando linfa (liquido que circula por los vasos linfáticos) y esta vuelva nuevamente a circular por nuestro organismo libre de impurezas.
El drenaje linfático tiene como principal objetivo contribuir a que el organismo pueda protegerse mejor y a que elimine de una manera más efectiva los desechos que origina de forma natural.
Los beneficios del drenaje linfático para la belleza han provocado que el campo de la estética haya sido uno de los que más ha desarrollado esta técnica, ya que sus efectos mejoran la imagen de los pacientes y ayudan a incrementar los efectos de otro tipo de tratamientos estéticos asociados. En este sentido, una liposucción va, casi siempre, asociada a un tratamiento de drenaje linfático, que ayudará a eliminar la grasa sobrante tras la cirugía.
Uno de los objetivos principales para los que se usa el drenaje linfático es para la lucha contra la celulitis, la piel de naranja y los depósitos grasos, aunque también es muy interesante su empleo para aquellas personas que sufren pesadez de piernas, hinchazón en las extremidades inferiores (en verano por el aumento de las temperaturas, por el embarazo, porretención de líquidos asociada a ciertas enfermedades, etcétera).
Otras indicaciones estéticas son la atenuación tanto de las arrugas como de las bolsas debajo de los ojos, así como para realizar una limpieza de las capas más profundas de la piel. Como terapia antiestrés, también tiene sus adeptos.
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